En una intervención de Caritas sobre la crisis del Medio Oriente, el cardenal salesiano Oscar Andrés Rodríguez Maradiaga, presidente de esta acción sociocaritativa de la Iglesia católica, afirmó que el mundo se está enfrentando a “la mayor crisis humanitaria desde la segunda Guerra Mundial”.
En la apertura de su discurso el card. Rodríguez Maradiaga puso de relieve la situación de miles de niños obligados a abandonar sus hogares en Siria, de aquellos que no pueden ir a la escuela en Gaza, y de los cristianos del norte de Iraq, cuyas casas son marcadas con la palabra “Nazareno” para identificarlos.
Enfrentándonos a tanto mal, “occidente busca construir una alianza militar y pretende intervenir con aviones-caza y drones en Siria e Iraq. Pero la violencia no es jamás una respuesta. Llevará solamente a una mayor e ‘inútil masacre’ como dice el Papa Benedicto XV a propósito de la Gran Guerra de 1914-1918”, dijo el cardenal.
“Para la Confederación de Caritas la primera tarea es humanitaria. El desafío es enorme” afirmó el prelado salesiano; que constata la dificultad de hacerse presente en los numerosos frentes de emergencia, y con una disminución considerable de los recursos disponibles, agregó: “Varios países, incluso aquellos que pertenecen al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, están suministrando armas y municiones para sostener la guerra y las consecuencias que ello comporta. Muchos de esos mismos países que han disminuido la ayuda humanitaria se cuentan entre los que proveen un mayor número de armas. Pareciera que no hay bastante dinero para ambas cosas, y las agendas políticas priman sobre las personas”.
El card. Rodríguez Maradiaga subrayó varios aspectos a tener presente para lograr una paz duradera en el Medio Oriente: detener el envío de armas a los países en conflicto; finalizar el bloqueo a la franja Gaza por parte de los israelíes, el reconocimiento por parte de Israel de Palestina y el retorno de los dos países a las fronteras de 1967; y un mayor respeto al construir la paz en Iraq y en los otros lugares en conflicto que no pretenda ser impuesta desde fuera, sino que sea cultivada dentro.
El Cardenal concluyó su intervención invitando a los presentes a empeñarse a buscar la paz también en la oración continua.
