<!-- @page { margin: 2cm } P { margin-bottom: 0.21cm; direction: ltr; color: #000000; text-align: justify } P.western { family: "Verdana"; 11pt; so-language: es-ES } P.cjk { family: "ＭＳ 明朝"; 11pt } P.ctl { family: "Verdana"; 12pt; so-language: ar-SA } -->
La familiaridad y la sencillez han sido los distintivos de la fiesta de la Inspectoría de Valencia celebrada en Burriana el pasado 1 de mayo. Casi un centenar de salesianos y una buena representación de la Familia Salesiana local se dieron cita en la casa salesiana de esta localidad castellonense.
Tras los saludos del reencuentro y un primer momento de convivencia, tuvo lugar el homenaje a los 21 salesianos que celebraban 60, 50 o 25 años de ordenación sacerdotal o profesión religiosa. Joaquín Cardenal y Juan Franco, con sus 60 años de ordenación fueron los más veteranos mientras que Santiago Arribas, con sus bodas de plata sacerdotales, el más joven.
El acto fue conducido por José Joaquín Gómez Palacios, vicario inspectorial, quien ofreció unas excelentes presentaciones audiovisuales sobre cada uno de los homenajeados. Las semblanzas biográficas, muy conseguidas, fueron leídas por él mismo y por Vicente Enrique Picó. Tras este momento, el Inspector, Juan Bosco Sancho, ofreció un regalo a cada uno de los hermanos agasajados, quienes recibieron su cariñoso saludo en nombre de todos los hermanos de la inspectoría.
La Eucaristía concelebrada en el templo parroquial fue presidida por el Inspector. En su homilía señaló que esta jornada era la fiesta de la comunión con los hermanos, con los seglares y con los jóvenes. En otro momento afirmó: “Gracias por los hermanos que hoy celebran la llamada del Señor en sus vidas”. Y agregó: “Sois testimonio de fidelidad que enriquece nuestras vidas”. En sus palabras hubo varias referencias al gran papel de los seglares: “Nos ayudan a crecer como salesianos”, sentenció.
Tras la celebración religiosa siguió una comida fraterna y al final de la misma, cada comunidad recibió el regalo de una bolsa de ricas naranjas de Burriana, obsequio del ayuntamiento local, cuyo alcalde, el antiguo alumno José Ramón Calpe, participó en la fiesta.
Como colofón, los salesianos que lo desearon pudieron participar en la representación especial del musical Jesucristo Superstar que más de cien jóvenes del Centro Juvenil Porta Oberta ofrecieron mostrando un gran nivel artístico.
