Esta ha sido parte de nuestra experiencia en estos días Santos (28-31 marzo). Pilar M, Bea B, Goyo, Marta Z., Sandra B, y Nuria C. hemos sido una pequeña comunidad durante cuatro días, una comunidad que se estiraba y encogía para acoger a las personas con las que nos encontrábamos en los pueblos por donde hemos estado: Cantalpino, Ventosa del Rio Almar, Arabayona, Salamanca y a las que iban pasando por allí. El viernes, en Ventosa del Mar, tuvimos la suerte de tener entre nosotros a Paloma Redondo -Coordinadora de Pastoral Juvenil de la Inspectoría "Virgen del Camino", (que continuó su camino hacia León y Galicia para estar entre otros jóvenes que también celebraban la Pascua).
Desde el jueves Santo, que llegábamos a Cantalpino descubrimos que nuestro estar era un estar al servicio de la necesidad que surgiera, y eso nos hizo bien.
Compartimos con la gente sencilla de los pueblos la profundidad de estos días. Hemos tenido tiempo para rezar, para profundizar en nuestra vida y encuentro con Jesús en la Pasión y Resurrección, tiempo para convivir, tiempo para servir.
Nos alegramos mucho de haber vivido estos días así, hasta ahora en las Pascuas juveniles y en la formación hemos recibido mucho, en estos días hemos vivido “lo que gratis habéis recibido, dadlo gratis” y no solo con el servicio a la preparación litúrgica, sino también entre nosotros.
