“Ayer fue un día muy difícil en Bangui. Estábamos en plena celebración deldomingo de Ramos, cuando los rebeldes tomaron el Palacio Presidencial. Se oíanmetralletas y armas pesadas”, explica el misionero español, Agustín Cuevas, quetrabaja en la misión salesiana de Galabadja en Bangui.
“Durante la noche no han parado de oírse tiroteos y esta mañana está todo mástranquilo, aunque se siguen escuchando disparos”, explica Cuevas. “Nosotros enGalabadja estamos bien, sin embargo sabemos que la misión Don Bosco enDamala ha sido asaltada”, alerta el misionero. “No podemos salir de la misión ytampoco saber cómo se encuentran nuestros hermanos y los jóvenes enDamala”, dice alarmado.
En Bangui, se están produciendo saqueos y hay un gran caos tras la huida delpresidente Bozizé y el golpe de Estado del Seléka. La Cruz Roja alerta de un grannúmero de heridos y de que los centros hospitalarios están desbordados Además, la situación se ha ido haciendo más difícil y “hay desabastecimiento dealimentos, y lo poco que se encuentra en los mercados es a un precio muy alto”,explica el misionero. Una tendencia que se viene dando desde los últimos meses En Galabadja, los misioneros salesianos atienden a la población más vulnerable. Cuentan con una guardería con más de cien niños y un colegio de primaria al queacuden cerca de 500 niños y niñas. Además, hay un dispensario que atiende amás de 140 personas cada semana. En Damala, los misioneros salesianos cuentan con un centro profesional al que acuden cientos de jóvenes paraformarse y poder tener un mejor futuro.